Una mala noche y el estomago diezma el equipo y salimos solamente dos para el Liskamm.
El fuerte viento de la tarde del día anterior y la noche a borrado la huella de la única cordada que ascendió ayer, habrá que emplearse a fondo y abrir huella toda la ascensión.
Una preciosa arista asciende vertiginosamente hacia la cumbre desde el glaciar, las cornisas formadas por el viento hacen que vayamos con cuidado.
Unas horas mas tarde llegamos a la cumbre desde donde se disfrutan buenas vistas sobre el Cervino y el Dufourspitze, cumbre reina del macizo del Monte Rosa.
Ahora toca descender con el mismo cuidado que en el ascenso e ir al refugio a celebrar la cumbre y descansar para la última jornada.
El despertador suena y saltamos como resortes, la última montaña del viaje nos espera y esta vez con el equipo al completo.
El objetivo es la Pirámide Vincent de 4215m. de altitud.
Y una vez conseguida la cumbre nos bajamos sin perder tiempo hacia el Passo Indren, desde donde tenemos que coger el funicular que nos devolverá al valle.
Unos buenos días de actividad que despedimos terminando el viaje con una visita al Forte di Bard, donde pudimos deleitarnos con la exposición del último trabajo de Sebastiao Salgado «Genesis», unas fotos increíbles de naturaleza, una buena despedida.
Comentarios recientes