Otro gran día de esta gran montaña que tenemos la suerte de tener tan cerca de casa, con sus mil posibilidades para sacarle todo el jugo que nos ofrece.

Esta vez la idea era escalar la aguja encantada por su clásica por excelencia, «Aristóteles» y terminar llegando a la cumbre principal por la «Arista Pepsi».

Una temperatura fresquita y rachas fuertes de viento nos acompañaron toda la ascensión. Una ascensión que nos guarda bonitos pasajes de escalada con otros tramos más fáciles.

Los largos de la «Aristóteles» hay que ir navegando y buscando las debilidades de la pared para no perder el buen camino.

Unas veces por su cara este y otras por el mismo filo de la aguja encantada, unas veces con sol y otras con él tapado por las ligeras nubes que iban apareciendo.

Una vez llegamos a la antecima de la aguja tenemos un corto rapel hasta un colladito con muy buenas vistas y desde aquí con una corta escalada inauguramos la «Arista Pepsi», un continuo subir y bajar por las agujas de esta afilada arista hasta la cumbre principal de la Aguja Encantada. Una aguja que es sinónimo de escaladas cortas pero exigentes y que nos brinda la sombra en las cálidas jornadas primaverales y veraniegas.

Otra cumbre compartida con Carlos, juntos vamos descubriendo las maravillosas joyas que guarda Diánia en su territorio.

Una vez en la cumbre unos destrepes nos llevan al collado que separa la aguja con la mole principal del Puig Campana. Y desde aquí con varios rápeles y destrepes llegamos a su base por el Barranc del Infern.

Y de aquí al coche en un agradable paseo, que la cerveza está esperando!!!