Habiendo reposado ya la vuelta a casa y después de un Septiembre un poco frenético, parece que llegan los días tranquilos. Días para repasar el final de temporada tan magnífico que hemos tenido.

El tiempo no ha acompañado este verano, hemos hecho malabarismos para cuadrar todo y subir a las cumbres que tanto nos gustan, pero se ha podido hacer y eso deja un sabor de boca dulce y agradable.

Y deja una cosa más que merece la pena compartir. Unas bonitas fotos de lo que han sido las últimas semanas.

Acompañados de ya viejos amigos y de la compañía del mejor compañero que me podía haber buscado, Javi. Con quien celebre un buen cumpleaños de altura, pero esto es otra historia…

Un Cervino pasado por agua, con la desagradable experiencia de compartir noche con quienes al día siguiente tuvieron un accidente con trágico final… hay veces que la montaña no perdona y esos días no estaba de buen humor…

Y una última semana con un tiempo de perros, pero con una increíble compañía con la que los días malos se convierten en grandes días de conversación, intercambio de opiniones y aprendizaje. Y aun con mal tiempo conseguimos pisar alguna cumbre que otra.

Y firmar una amistad que por supuesto conservaremos a base de más conversación y café.

En definitiva, un final de temporada para recordar, para seguir por el camino que nos hemos marcando, para seguir compartiendo montañas y experiencias…