El único cuatro mil íntegramente italiano es el Gran Paradiso. Y este es el calentamiento previo para esperar al resto y pasar unos días en el macizo del Monte Rosa haciendo unas cuantas cumbres.
En un par de horas de subida por un agradable sendero llegamos al refugio Vittorio Enmanuele. Un refugio histórico, grande y agradable.
A la mañana siguiente sin mucha prisa comenzamos la ascensión, nos esperan unas cuatro horas hasta la arista cimera que da acceso a la cumbre.
Por suerte alguien de los que subían primeros se ha confundido y la marabunta se sube a la morrena glaciar que mas tarde tendrán que bajar mientras subimos por el valle central y nos situamos entre las primeras cordadas. Un bonito amanecer nos acompaña.
Pasamos la rimaya equipada este año con escalas metálicas y llegamos pronto a la arista.
Llegamos a la cumbre sin los atascos que llegarían después.
Y para abajo a compartir cervezas con unos compañeros navarros que nos hemos encontrado está mañana. El primer cuatro mil para Ruth.
Comentarios recientes