Este año tocaba conocer zonas alpinas nuevas. La zona elegida es la zona del Tirol, entre Italia y Austria. Antes totalmente Austriaca, hasta que en la primera guerra mundial los Italianos se hicieron con buena parte de esta región. Esta guerra dejo toda la cordillera dolomítica sembrada de trincheras, nidos de artillería, ferratas, pasos estratégicos y un largo etcétera. Da la sensación, al visitar estas obras de ingeniería militar, que se pasaron los cuatro años de guerra cavando zanjas en la roca viva más que pegando tiros.

Trincheras y construcciones militares

Después de unos días en la famosa zona de escalada de Arco, en las dolomitas de Brenta, nos sumergimos totalmente en el Tirol. Escalamos en la Citta dei Sassi, en el paso de Sella y visitamos Cortina d´ampezzo, donde el estilo y la última moda italiana se respira por todos lados. En pocas ciudades de montaña me he sentido tan fuera de lugar.

Con un tiempo bastante inestable visitamos las Cinque Torri, donde no pudimos escalar por la niebla y las paredes mojadas de unos cuantos días de lluvia. Pero pudimos visitar el complejo de trincheras y construcciones de la guerra, desde donde protegían el paso de Falzarego que da paso al valle de Cortina d´ampezzo.

Cinque Torri

Con el miedo de la temida meteo dolomítica en la que se pone a llover y no sabes cuándo parara, tenemos unos días buenos y decidimos aprovecharlos para escalar el objetivo principal, la torre central de las Tre cime di Lavaredo. Ascenderemos por la vía Comicci-Dimai, una de las vías que forman las míticas seis caras nortes de los Alpes.

Tre Cime di Lavaredo

Una ruta de 600m. en la que los primeros ocho largos, de los diecisiete que tiene, desploman y nos parecieron bastante difíciles de encadenar, a pesar de no tener un grado muy elevado, entre 6a+ y 6c. Increíble por donde subieron los tres compañeros en 1933, ¡y la abrieron en tan solo dos días! Se nota que acababan de vivir una guerra.

Primeros largos

Y sigue desplomando

Saliendo del desplome

Cuando parece que ya han pasado las mayores dificultades llegan los que deberían ser los largos fáciles, pero lejos de esto entramos en un diedro que nos habían descrito como húmedo, si húmedo significa que el agua corre por la pared y que las goteras te empapan hasta los huesos en las reuniones, si, estaban húmedos.

Diedros humedos

Después de la travesía que te saca de los diedros, disfrutamos de los últimos largos al sol secando las cuerdas y la ropa.

Largos finales

Cumbre

El descenso es un verdadero laberinto de collados y agujas, en el que encuentras hitos y terreno pisado vayas por donde vayas, con lo que nunca sabes por dónde estás bajando. La reseña del descenso marcaba el final en la canal de la torre Este y aparecimos en la canal entre la cima piccola y la piccolissima.

Grande montaña, grande ruta y más grande compañía. Satisfechos tomamos rumbo a Austria donde conocimos zonas de escalada muy interesantes y bebimos buena cerveza. Pero eso es otra historia…