El miércoles varios de los chicos del PTACV me vienen a buscar a casa, la idea es ir a dormir a Finestrat, pegarnos el madrugón y escalar la vía Pandemónium a la oeste del Puig Campana, 700m. y dificultades de hasta 6c, con el grado bastante mantenido entorno al V.

Oeste Puig Campana.

Oeste Puig Campana.

 

Con el horario de luz que hay por estas fechas, mas nos vale ir ligeros y sin contratiempos. Formamos las cordadas, Pascu y Yannick irán por delante ya que Pascu abrió la vía y no llevamos croquis, por detrás iremos Carles y el que escribe, bien pegados para no perdernos.

Jóvenes castores.

Jóvenes castores.

Comenzamos a escalar a las ocho y media de la mañana, con un día bastante frío y ventoso, hacemos las tres primeras tiradas y atravesamos la terraza, a partir de aquí los largos se van sucediendo hasta hacerte perder la cuenta, la ruta en total tiene diecisiete.

Primeros largos.

Primeros largos.

El día va pasando y nosotros vamos avanzando, aun con la llegada del sol no terminamos de calentarnos y en los cinco últimos largos nos sorprende un viento racheado que no te deja escalar con mucha soltura precisamente, en los tres últimos tenemos que parar de vez en cuando por que el viento parece querer arrancarte de la pared y con las últimas luces buscamos la senda de bajada.

Largos centrales.

Largos centrales.

Una buena ruta por este laberinto de paredes, se encadenaron todos los largos menos el penúltimo que entre el viento y las prisas tuvimos que subirlo como pudimos.

Si alguien cree que no hay relevo generacional en la escalada tradicional, aquí tenemos unos buenos ejemplos de motivación veinteañera con ganas de abrir y experimentar en las paredes, esperemos que la fiebre del taladro y los equipamientos desde arriba les dejen algún trocito de pared para llevar a cabo estas inquietudes.